Los planetas y los asteroides orbitan alrededor del Sol,
aproximadamente en un mismo plano y siguiendo órbitas elípticas (en sentido
antihorario, si se observasen desde el Polo Norte del Sol); aunque hay
excepciones, como el cometa Halley, que gira en sentido horario. El plano en
el que gira la Tierra alrededor del Sol se denomina plano de la eclíptica, y
los demás planetas orbitan aproximadamente en el mismo plano. Aunque algunos
objetos orbitan con un gran grado de inclinación respecto de este, como Plutón
que posee una inclinación con respecto al eje de la eclíptica de 17º, así como
una parte importante de los objetos del cinturón de Kuiper.
Según sus características, los cuerpos que forman parte del
sistema solar se clasifican como sigue:
El Sol, una estrella de tipo espectral G2 que contiene más
del 99,85 % de la masa del sistema. Con un diámetro de 1 400 000 km, se compone
de un 75 % de hidrógeno, un 20 % de helio y 5 % de oxígeno, carbono, hierro y
otros elementos.
Los planetas, divididos en planetas interiores (también
llamados terrestres o telúricos) y planetas exteriores o gigantes. Entre estos
últimos Júpiter y Saturno se denominan gigantes gaseosos, mientras que Urano y
Neptuno suelen nombrarse gigantes helados. Todos los planetas gigantes tienen a
su alrededor anillos.
Los planetas enanos son cuerpos cuya masa les permite tener
forma esférica, pero no es la suficiente como para haber atraído o expulsado a
todos los cuerpos a su alrededor. Son: Plutón (hasta 2006 era considerado el
noveno planeta del sistema solar39), Ceres, Makemake, Eris y Haumea.
Los satélites son cuerpos mayores que orbitan los planetas;
algunos son de gran tamaño, como la Luna, en la Tierra; Ganímedes, en Júpiter,
o Titán, en Saturno.
Los cuerpos menores:
Los asteroides son cuerpos menores concentrados
mayoritariamente en el cinturón de asteroides entre las órbitas de Marte y
Júpiter, y otra más allá de Neptuno. Su escasa masa no les permite tener forma
regular.
Los objetos del cinturón de Kuiper son objetos helados
exteriores en órbitas estables, los mayores de los cuales son Sedna y Quaoar.
Los cometas son objetos helados pequeños provenientes de la
nube de Oort.
Los meteoroides son objetos menores de 50 m de diámetro,
pero mayores que las partículas de polvo cósmico.
El espacio interplanetario en torno al Sol contiene material
disperso procedente de la evaporación de cometas y del escape de material
proveniente de los diferentes cuerpos masivos. El polvo interplanetario
(especie de polvo interestelar) está compuesto de partículas microscópicas
sólidas. El gas interplanetario es un tenue flujo de gas y partículas cargadas
que forman un plasma que es expulsado por el Sol en el viento solar. El límite
exterior del sistema solar se define a través de la región de interacción entre
el viento solar y el medio interestelar originado de la interacción con otras
estrellas. La región de interacción entre ambos vientos se denomina heliopausa
y determina los límites de influencia del Sol. La heliopausa puede encontrarse
a unas 100 UA (15 000 millones de kilómetros del Sol).
Los sistemas planetarios detectados alrededor de otras
estrellas parecen muy diferentes del sistema solar, si bien con los medios
disponibles solo es posible detectar algunos planetas de gran masa en torno a
otras estrellas. Por tanto, no parece posible determinar hasta qué punto el
sistema solar es característico o atípico entre los sistemas planetarios del
Universo.
Distancias de los planetas
Las órbitas de los planetas mayores se encuentran ordenadas
a distancias del Sol crecientes, de modo que la distancia de cada planeta es
aproximadamente el doble que la del planeta inmediatamente anterior, aunque
esto no se ajusta a todos los planetas.
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